Conmovedor relato de Nora Iglesias, la madre de la nena que murió aplastada por una estatua

La CIDH admitió evaluar el caso de la niña que murió en 1996 aplastada por una estatua mal colocada. “Siempre tuvimos esperanza de que se llegara a un juicio”, dijo la madre de la pequeña.


Finalmente, y luego de tanta lucha, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció que estudiará el caso de Marcela Iglesias, la nena de 6 años que murió aplastada por una escultura instalada ilegalmente en el Paseo de la Infanta, en 1996.

Nora Iglesias, madre de la pequeña habló en Ventana Abierta por FM Milenium y sostuvo que “siempre tuvimos esperanza de que en algún momento se llegara a un juicio” ya que la familia necesitaba que “todos estos responsables se sentaran en el banquillo de los acusados y explicaran por qué ponen esculturas en un lugar público sin control”.

Por lo que, luego de tantos años de lucha llegó a su cometido. Nora reconoció que cuando le dieron la noticia de que se aceptó el caso de Marcela en la Corte Interamericana “para nosotros fue una alegría y una sorpresa” porque “ya habían pasado muchos años”. Pero agregó dejando en claro que “siempre dijimos que mientras vivamos vamos a luchar. Que Marcela desde donde esté vea que sus papás van a seguir pidiendo justicia. Uno no deja de pelear todo el tiempo”.

El 5 de febrero de 1996 Marcela paseaba por el ex Paseo de la Infanta con dos amigas y se le cayó una escultura de 270 kilos causándole la muerte. “No le quedó ni un solo hueso sano”, recordó Nora y agregó: “A nosotros nos dieron una nena muerta. Después de reclamar justicia durante muchos años, en este país no logramos nada”.

“La corrupción mata y la impunidad tapa”, cuestionó y explicó que cada vez que iban a la justicia, le decían que “es lenta, no es como usted quiere”. Incluso el juez Raúl Zaffaroni cuando llegó a la Corte “puso que la muerte de Marcela era insustancial y carente de trascendencia”.

Pero para la familia de la pequeña nada iba a ser imposible, Nora afirmó que las fuerzas para seguir adelante y conseguir que se diera el juicio es gracias a una foto que tiene de su pequeña en una hamaca agarrada de las cadenas: “La sonrisa nos gratifica y el hecho de que esté tomada de las cadenas nos da fuerza y firmeza para luchar por justicia y defensa de la vida”.

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